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La empresa americana Green Revolution ha ideado un procedimiento sencillo pero altamente efectivo para generar energía de los deportistas en las clases de spinning: un sistema colocado en el zócalo de las bicicletas transfiere la corriente continua de la dinamo activada por los ciclistas a un transformador que la convierte en corriente alterna de 110 voltios. "Gimnasios Verdes" es el nombre de este revolucuionario concepto de gimnasios.
Por el momento, el sistema se aplica a las bicicletas estáticas, pero Green Revolution estudia instalar aparatos similares en máquinas aeróbicas.
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Se calcula que veinte personas producen cerca de 3 kilovatios en una hora, tiempo que dura una clase de spinning. Con cuatro clases diarias, el gimnasio genera 300 kilovatios por mes, “equivalentes a la energía necesaria para iluminar una casa durante seis meses”, afirma Jay Whelan, presidente de la compañía.
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A ese ritmo, en un año los deportistas logran crear suficiente energía para alimentar a 72 casas medianas durante un mes, hecho que evidencia la alta productividad del sistema y las enormes posibilidades que ofrece.
Gracias al sistema, el gimnasio verde recibe la corriente generada por sus propios socios, consume menos electricidad y ahorra dinero. También incluye un dispositivo que informa a los deportistas de la electricidad que están generando a través de una luz que sube o baja en función de los kilowatts colectivos.
El hecho de que éstos puedan conocer la cantidad de energía creada hace que se sientan muy motivados y quieran mejorar su marca, y fomenta la competitividad en el grupo. Pero además de calar entre el público, la iniciativa también ha tenido muy buena acogida en el sector público y privado americano - canadiense. Green Revolution ya cuenta con más de cuarenta clientes, entre escuelas, universidades, centros para mendigos y cárceles.
Más info en: Green Revolution
Fuente: www.1buenaidea.com
Por el momento, el sistema se aplica a las bicicletas estáticas, pero Green Revolution estudia instalar aparatos similares en máquinas aeróbicas.
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Se calcula que veinte personas producen cerca de 3 kilovatios en una hora, tiempo que dura una clase de spinning. Con cuatro clases diarias, el gimnasio genera 300 kilovatios por mes, “equivalentes a la energía necesaria para iluminar una casa durante seis meses”, afirma Jay Whelan, presidente de la compañía.
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A ese ritmo, en un año los deportistas logran crear suficiente energía para alimentar a 72 casas medianas durante un mes, hecho que evidencia la alta productividad del sistema y las enormes posibilidades que ofrece.
Gracias al sistema, el gimnasio verde recibe la corriente generada por sus propios socios, consume menos electricidad y ahorra dinero. También incluye un dispositivo que informa a los deportistas de la electricidad que están generando a través de una luz que sube o baja en función de los kilowatts colectivos.
El hecho de que éstos puedan conocer la cantidad de energía creada hace que se sientan muy motivados y quieran mejorar su marca, y fomenta la competitividad en el grupo. Pero además de calar entre el público, la iniciativa también ha tenido muy buena acogida en el sector público y privado americano - canadiense. Green Revolution ya cuenta con más de cuarenta clientes, entre escuelas, universidades, centros para mendigos y cárceles.
Más info en: Green Revolution
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