Hay más de 44 millones de dueños de mascotas en Estados Unidos y millones más de personas a las que les encantaría disfrutar de la compañía de un perro, pero no tienen tiempo o espacio para sacarlos a pasear, acicalarlos o limpiarlos. Este es el mercado que Marlena Cervantes decidió atacar cuando fundó Flexpetz, un nuevo servicio de alquiler de perros, que permite disfrutar de la compañía del mejor amigo del hombre sin el problema de tener que cuidarlo.
Dueña de perros y ex terapista del comportamiento, Cervantes ha experimentado de primera mano los efectos positivos que genera interactuar con un perro en personas con problemas de salud (sobre todo niños). Sin embargo, muchas familias no pueden asumir la responsabilidad de comprar un perro. Así que alquilar un perro es para estas familias una gran oportunidad. Esta es la razón por la que Cervantes renunció a su trabajo y creó Flexpetz en San Diego y Los Angeles.
Como dicen en su página web, “Flexpetz es un concepto único para los amantes de los perros que no pueden tener uno, pero que echan de menos pasar tiempo con un amigo canino”.
Flexpetz pretende expandirse a Nueva York y San Francisco. Las tarifas de inscripción y alquiler llegan a US$ 120 mensual. Se reserva tiempo en línea o por teléfono. Cada perro viene con su cama, platos, correa, juguetes, bolsas de desperdicios y comida. Para asegurarles cierta continuidad emocional a los perros, los miembros de Flexpetz deben alquilar los perros al menos dos veces al mes. Además, deben asistir a un entrenamiento de una hora. Cada perro lleva un chip con GPS y sensores de temperatura para que Flexpetz pueda hallarlos si se pierden y asegurarse de que no esté pasando mucho calor o frío. Los perros son monitoreados para determinar cuántos humanos aguantan, y cuando no están asignados a nadie pasan los días en centros sin jaulas. Cervantes tiene planificado expandir Flexpetz a 50 ciudades en todo el mundo, empezando por Londres. Sueña con obtener US$ 6 millones al año.
Dueña de perros y ex terapista del comportamiento, Cervantes ha experimentado de primera mano los efectos positivos que genera interactuar con un perro en personas con problemas de salud (sobre todo niños). Sin embargo, muchas familias no pueden asumir la responsabilidad de comprar un perro. Así que alquilar un perro es para estas familias una gran oportunidad. Esta es la razón por la que Cervantes renunció a su trabajo y creó Flexpetz en San Diego y Los Angeles.
Como dicen en su página web, “Flexpetz es un concepto único para los amantes de los perros que no pueden tener uno, pero que echan de menos pasar tiempo con un amigo canino”.
Flexpetz pretende expandirse a Nueva York y San Francisco. Las tarifas de inscripción y alquiler llegan a US$ 120 mensual. Se reserva tiempo en línea o por teléfono. Cada perro viene con su cama, platos, correa, juguetes, bolsas de desperdicios y comida. Para asegurarles cierta continuidad emocional a los perros, los miembros de Flexpetz deben alquilar los perros al menos dos veces al mes. Además, deben asistir a un entrenamiento de una hora. Cada perro lleva un chip con GPS y sensores de temperatura para que Flexpetz pueda hallarlos si se pierden y asegurarse de que no esté pasando mucho calor o frío. Los perros son monitoreados para determinar cuántos humanos aguantan, y cuando no están asignados a nadie pasan los días en centros sin jaulas. Cervantes tiene planificado expandir Flexpetz a 50 ciudades en todo el mundo, empezando por Londres. Sueña con obtener US$ 6 millones al año.
Fuente: www.derevistas.com
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