Brian Kurth se enfrentaba a otro tedioso atasco en las calles de Chicago cuando, una mañana de 1999, se dio cuenta de lo mucho que le aburría su trabajo y lo que le gustaría probar otros. Poco después dejó su puesto como jefe de marketing para apuntarse al lucrativo negocio de las puntocom hasta que la burbuja explotó y perdió su empleo. Fue entonces cuando decidió mudarse a Oregón y poner en marcha la empresa de sus sueños: Vocation Vacations (Vacaciones vocacionales) (www.vocationvacations.com), la primera compañía que te ofrece la posibilidad de trabajar en lo que siempre soñaste. Aunque sea por unos días.
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El negocio va sobre ruedas. Desde su fundación, en el año 2004, miles de personas han probado sus vocaciones frustradas: arquitecto, diseñador de moda, fotógrafo, entrenador de perros, decorador de interiores, coordinador de bodas, locutor de radio... Así, hasta más de 60 oficios guiados por 120 mentores, expertos que comparten su pasión y les muestran el trabajo desde dentro, con todo detalle.
Los precios van desde los 290 € por aprender a elaborar quesos, a los 7.500 € por recibir los consejos del golfista profesional Brian Henninger, pasando por los 1.500 € que incluyen dos días con Kishaya Dudley, coreógrafa neoyorquina.
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Brian Kurth deja muy claro la filosofía de Vocation vacations. "No se trata de hacer prácticas. Es una inversión, un test, como cuando compras un coche y antes lo pruebas. ¿Por qué no hacer lo mismo con un trabajo? Así decides si quieres abandonar tu ocupación actual, tomar clases, volver a la universidad". La idea ha tenido tanto éxito que ya han abierto una sucursal europea en Brighton (Reino Unido), y ahora quieren continuar en Francia, Italia y España. La mayoría de sus clientes tienen entre 35-55 años y poseen carreras universitarias. .
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