Muchas ciudades chinas se enfrentan a graves problemas de circulación -algunos atascos han durado semanas- debido a que el número de vehículos se ha multiplicado en los últimos años, paralelamente al crecimiento económico del país. Pekín es uno de los ejemplos más claros de esta situación, ya que su parque automovilístico se ha duplicado en apenas un lustro y pese a las restricciones actuales -los conductores no pueden conducir un día a la semana, dependiendo de su número de matrícula- los atascos cada vez son mayores.
Varias compañías del país asiático han empezado a prestar servicios de alquiler de conductores para sustituir a los sufridos dueños de los vehículos durante los atascos. La original iniciativa ha surgido en ciudades como Jinan, capital de la provincia oriental de Shandong, donde varias empresas han comenzado este tipo de negocio, a un precio que ronda los 400 yuanes (60 dólares, 46 euros).
Cuando una persona se encuentra atrapada en un atasco, no tiene más que llamar por teléfono a una de estas empresas, que de inmediato envía al lugar a dos personas con una bicicleta eléctrica. Una persona para sacar al conductor con la bici y otra para ponerse al volante las horas que haga falta y llevar el vehículo al lugar deseado por el cliente.
Las compañías garantizan que sus conductores tienen amplia experiencia en lidiar con los atascos. En otras ciudades de China, como Pekín, ya había servicios de conductores en el caso de que el dueño del vehículo hubiera bebido más de la cuenta, y las empresas dedicadas a este negocio señalan que también podrían ofrecer estos choferes en caso de atasco.
0 comentarios:
Publicar un comentario