¿Cuántas veces entramos en una tienda solo por echar un vistazo y no compramos nada? ¿Y cuántas veces 'fichamos' algún producto, nos lo probamos y luego tratamos de encontrarlo más barato en otras tiendas o en Internet? Pues los comercios están empezando a cansarse de esta práctica, que incluso ya ha sido bautizada en inglés como 'showrooming'.
Hasta las narices de fisgones y de trabajar para que al final la venta la acaben realizando otros, un comercio de Australia ha decidido poner en marcha una iniciativa para que los clientes se lo piensen dos veces antes de entrar solo para cotillear.
El propietario de una pequeña tienda de alimentación gourmet australiana ha decidido cobrar una entrada de cinco dólares (3,80 euros) “solo por mirar”.
Como advierte en un cartel pegado en la puerta de entrada del establecimiento, situado en la localidad de Brisbane, al empresario no le ha quedado más remedio que cobrar por mirar ya que está harto de que “la gente use nuestra tienda como referencia para luego comprar los artículos en otro sitio”. Eso sí, también se ofrece a descontar la ‘entrada’ del precio final en el caso de que el cliente decida comprar algo.
Además de cobrar entrada, una zapatería estadounidense ha empezado a cobrar nada menos que 20 dólares (15,22 euros) a los clientes que deseen probarse algún modelo. Sus dueños están cansados de que personas se prueben los zapatos, elijan el número, saquen su teléfono y se lo compren en Amazon.
La mayor tienda online del planeta se ha convertido en el peor enemigo del comercio tradicional.
Fuente: http://es.finance.yahoo.com
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