Gracias a su casco en forma de uve, el Iguana 29 es capaz de planear sobre el agua a una velocidad de 30 nudos (56 km/h), incluso con el mar picado. Pero no es aquí donde destaca, sino en tierra. Justo al salir a la superficie despliega de cada uno de los lados dos ruedas en oruga como las que desplazan los tanques de combate. Así, no hay terreno que se le resista, en especial la arena de la playa, por la que se mueve a una velocidad de 8 km/h haciendo una presión menor que la del pie de un ser humano.
Todo esto se ha hecho sin perjudicar el confort: a babor y estribor dispone de sendos bancos con capacidad para llevar a 10 personas. En medio queda una mesa que puede plegarse bajo el casco.
De 8,6 metros de eslora y un peso de 2 toneladas, el Iguana 29 comenzó a comercializarse a finales del año pasado. Es un proyecto surgido en Francia en 2007 de la imaginación de Antoine Brugidou: ante las dificultades que encontraba al navegar en las inmediaciones del Mont St. Michel, un área sujeta a grandes cambios de marea –lo que hace que afloren en minutos grandes de bancos de arena–, encontró esta solución anfibia.
Su precio es de 215.000 €. Más info: www.iguana-yachts.com
Fuente: www.fueradeserie.expansion.com
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