Alguien tenía que innovar en el particular sector de los hombres-anuncio, un sector de capa caída que necesitaba ya de ideas frescas. La siguiente idea se le ha ocurrido a la agencia de publicidad DDB Auckland (Nueva Zelanda) a los que se les ha ocurrido serigrafiar los bancos de la calle para imprimir mensajes en los muslos de aquellas y aquellos que se sienten con falda o pantalón corto. La idea surgió para promocionar Superette , una cadena de tiendas de ropa neozelandesa.
La agencia de publicidad de la campaña, explica:
"Ponemos las placas grabadas en las paradas de autobuses, centros comerciales, y en los bancos del parque, por lo que cuando la gente se sienta, el mensaje se imprime en sus muslos. Esto significa que además de tener asientos de marca, tenemos un verdadero ejército nuevo de agentes de marketing gratis, con miles de huellas que se crean y que duran hasta una hora".
La iniciativa ha levantado ya una gran polémica. Esta idea de DDB Auckland es similar a una campaña que realizó el año pasado KFC (Kentucky Fried Chicken), que le pagó 500 $ (386 €) a varias mujeres por llevar un anuncio de la compañía en su trasero.
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