A Luis Fernández de Vega le inspira estar en el paro. Este leonés con residencia en Gijón consiguió su primer empleo en Asturias tras enviar un currículum en un trozo de papel higiénico con el consejo de «darle otro uso» en caso de ser descartado. Estuvo contratado nueve meses en una consultoría de marketing y no fue renovado. Después probó suerte en una agencia de comunicación, pero volvió a caer en desgracia hace un año. Desde entonces, no ha parado de buscar fórmulas inéditas para regresar al mercado laboral. Ahora, se ofrece en internet para trabajar gratis durante un mes a través de un sorteo entre empresarios. La rifa de esta «cesta de Navidad» es mañana y al «premio» optan diez candidatos.
«Me di cuenta de que los métodos tradicionales no funcionaban después de haber enviado más de quinientos currículum sin ningún éxito», explica el joven, de 32 años, licenciado en Publicidad por la Universidad Europea de Madrid, con dos másteres y a la espera de un hijo. «Estoy dispuesto a hacer todos los esfuerzos para conseguir algo, porque con el sueldo de mi mujer no es suficiente». Por eso, decidió promover la rifa mediante un anuncio de producción casera colgado en Youtube y en el que se vende como la «mejor cesta de Navidad», dispuesto a trabajar treinta días de prueba sin remuneración. Los aspirantes deben enviarle un correo a lamejorcesta@gmail.com. A cambio, reciben un número de dos cifras. Ganará el que tenga la terminación del gordo de la Lotería de Navidad que se sortea este jueves. Si nadie la tiene, Fernández «empleará otro sistema» para escoger al afortunado.
«Tengo esperanzas de que me salga bien porque estoy dispuesto a ponerme a prueba sin nada a cambio y eso siempre llama la atención», relata. Aunque también sabe que la originalidad no siempre es sinónimo de éxito. Lo comprobó hace meses, tras enviar sus datos personales pegados en una cometa a la empresa de juguetes Eolo, fabricante de cometas. El gran tamaño del paquete llamó la atención del presidente, Rafael Prieto, que le llamó personalmente para comunicarle que le había encantado la idea, pero que no podía ofrecerle ningún puesto en ese momento. También lo intentó con el Sporting de Gijón. «Mandé a la Escuela de Fútbol de Mareo un balón con papeles pegados en los que escribí algunas de mis cualidades». No obtuvo respuesta.
El publicista está abierto a un contrato en cualquier sector. «Aceptaría lo que me venga, aunque no sea para lo que he estudiado, a no ser comercial puerta por puerta, porque me parece que eso no va conmigo. A partir de ahí, no pongo límites», afirma. Mientras, no para de maquinar formas alternativas para hacerse con una oferta. «Lo pienso mientras cocino, que es cuando estoy más relajado. Después, pongo en práctica mis ocurrencias», indica. La última ha sido el envío masivo de correos electrónicos con su experiencia laboral a través de un documento en formato Powerpoint, en el que detalla de forma didáctica su experiencia laboral.
«Vivimos en un país con cinco millones de parados y he llegado a la conclusión de que nadie va a llamar a tu puerta si no logras captar su atención de alguna forma», razona. «La demanda es mucha y los huecos son muy pocos. Confío en estar capacitado y, por eso, quiero que me den al menos la oportunidad de demostrarlo, sin contraprestaciones ni compromiso», añade. Un todo a cambio de nada para una situación desesperada.
Fuente: www.lne.es
0 comentarios:
Publicar un comentario